HISTORIA ECONÓMICA DE LA EDAD MODERNA

Saturday, November 25, 2006

LOS ORÍGENES DEL PENSAMIENTO LIBERAL: ADAM SMITH
Adam Smith era un economista y filósofo británico, cuyo famoso tratado Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, más conocida por su nombre abreviado de La riqueza de las naciones (1776), constituyó el primer intento de analizar los factores determinantes de la formación de capital y el desarrollo histórico de la industria y el comercio entre los países europeos, lo que permitió crear la base de la moderna ciencia de la economía.
Nacido en Kirkcaldy (Escocia), tras completar su formación primaria en su localidad natal, en 1737 acudió a la Universidad de Glasgow para iniciar estudios de filosofía moral, que completaría en el Balliol College de la Universidad de Oxford. Desde 1748 hasta 1751 fue profesor ayudante de retórica y literatura en Edimburgo. Durante este período estableció una estrecha amistad con el también filósofo escocés David Hume que perduró hasta el fallecimiento de éste en 1776. Esta relación influyó poderosamente en la formulación del conjunto de las teorías económicas y éticas de Smith.
En 1751 empezó a dar clases en la Universidad de Glasgow como catedrático en lógica y un año mas tarde pasó a la cátedra de filosofía moral al quedar ésta vacante. La asignatura de filosofía moral comprendía teología natural, ética, jurisprudencia y economía. Durante la década de los años cincuenta se dedicó al estudio y a la docencia, al tiempo que mantenía contacto con los círculos intelectuales de Glasgow. Justo en esta época empezó a publicar sus trabajos, entre ellos el Theory of Moral Sentiments o Teoría de los Sentimientos Morales (1759), en el que se preanunciaban ya algunos de los temas del pensamiento económico y sociológico moderno.
En 1762, y tras dimitir de todos los cargos, aceptó ser tutor del duque de Buccleugh (cargo que le habían ofrecido meses antes). Con su pupilo, en 1764, se dirigió al continente para realizar el gran tour, un viaje educativo común entre la juventud aristócrata con la intención de instruirse y conocer los considerados como países civilizados. En el recorrido, entró en contacto con grandes pensadores franceses prerrevolucionarios de la época como Turgot, D'Alembert y François Quesnay.
Tras el viaje, volvió a su localidad natal, Kirkcaldy, en 1766. Allí vivió en los años siguientes mientras trabajaba sobre sus escritos. En esa localidad dio forma a la obra por la que se le conocería en todo el mundo, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations o Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, que publicó en Londres en 1776. Tras la edición de la obra recibió el cargo de Inspector de aduanas de Escocia y se le destinó a Edimburgo. En 1787 fue nombrado rector de la Universidad de Glasgow y murió en Edimburgo en 1790.

Obra científica
El pensamiento de Smith partía de la observación de la realidad económica y social en la que se hallaba inmerso, de ahí que realizara un estudio crítico de la fisiocracia y el mercantilismo. En lo que se refiere a la fisiocracia, cabe comentar que Smith tenía muy presente sus puntos de vista ya que conocía la doctrina y personalmente a los autores que la habían enunciado, como Quesnay. En cualquier caso, Smith consideraba la fisiocracia como una doctrina errónea por cuanto ésta sólo estimaba a la agricultura como creadora de riqueza, mientras que el comercio y la industria eran entendidas como simples interacciones estériles entre los agentes económicos.
Adam Smith se colocó radicalmente en contra del mercantilismo, si bien con este término se refería a algo difuso que acumulaba la historia económica de su época. Como defensor de la libertad económica y de la libre acción entre los agentes sociales era inevitable que se situara en contra de las posiciones mercantilistas, de los aranceles y de las aduanas.
Con respecto a la libertad económica, Smith la defendió como lo hizo con otros postulados cercanos a la libertad de elección individual. De ahí se deriva que mantuviera una posición defensora de la libertad de comercio entre individuos. Con relación a este aspecto señaló, además, que existía un círculo virtuoso por el que el egoísmo individual de muchos ciudadanos que miraban por su interés conducía al bienestar social del colectivo. Y es en este aspecto en el que entra en juego la llamada mano invisible del mercado, la cual, no sólo asigna tareas, sino que también dirige a las personas en su elección de ocupación y hace que se tengan en cuenta las necesidades de la sociedad. De la misma manera, el mercado regula cuáles son las mercancías que han de producirse. La esencia de la economía de mercado es que en ella todo se convierte en mercancías con un precio y que la oferta de estas mercancías es sensible a los cambios de precio. En lo que se refiere a la relación entre el estado y el sector privado, en la misma línea se mantuvo a favor de la menor intervención posible de la autoridad estatal en la vida económica.
Sobre la riqueza, Adam Smith estableció que para que ésta se diera y creciera era necesario primero diferenciar las clases de empleo que había. Por una parte cabía diferenciar entre los empleos que corresponden a actividades productivas y las que no lo eran. De entre las productivas, además, matizó que existían determinadas actividades que eran más adecuadas para crear riqueza y éstas eran las dirigidas a la producción de bienes tangibles con excedente.
Sobre el valor, Smith introdujo una de las polémicas más importantes de la economía, la del valor de los bienes y servicios negociados en la economía. En un primer término diferenció entre valor de uso y valor de cambio. El valor de uso correspondía al que poseían los bienes por la utilidad que proporcionaban. El valor de cambio correspondía al que estos bienes tenían en el comercio. Una cuestión ya más profunda era saber a qué correspondería el valor de cambio. Éste se deduciría del trabajo humano aplicado al bien para producirlo, aunque en estos términos todo resultaba más difuso. En cualquier caso, el trabajo incorporado al bien debía incluir asociado a la mano de obra y a los otros dos factores de producción, la tierra y el capital (utilizando como medida de estos también al trabajo). En definitiva, por la suma de ellos se llegaría un precio natural que sería el valor de bienes y servicios, sobre el que gravitarían los precios de un mercado. En consecuencia, por la interacción de los agentes se llegaba a una coincidencia entre precios de mercado y natural ante ausencia de intervención por parte del Estado. De ahí su defensa del llamado laissez-faire (no intervención del gobierno en los asuntos económicos) y en contra de las estructuras gremiales.
Sus principales obras fueron Theory of Moral Sentiments en 1759; Inquiry into the Nature and into the Causes of the Wealth of Nations o Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, en 1776; Essays on Philosophical Subjects, en 1795.







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