HISTORIA ECONÓMICA DE LA EDAD MODERNA

Sunday, February 11, 2007

EL COMERCIO EN LA EDAD MODERNA
Introducción
El comercio en la Edad Moderna se caracterizaba por los escasos excedentes, el bajo nivel de especialización y un sistema de transportes insuficiente que daban como resultado un limitado desarrollo del comercio interior. Los intercambios se realizaban en las ferias y el comercio interior solía tener sólo un alcance local o comarcal, aunque existían también, desde la antigüedad, las grandes ferias periódicas, adonde acudía gente muy lejos para vender u comprar.
Ahora bien, el aislamiento comercial característico del periodo preindustrial se rompió con el comercio colonial. A partir del siglo XVI se hizo mucho más frecuente el comercio entre territorios separados por el mar que entre regiones más próximas por tierra. Se abrieron nuevas rutas marítimas y el comercio colonial se convirtió en un factor de estímulo para las economías europeas. El comercio colonial proporcionaba materias primas para las industrias lo que permitía vender objetos manufacturados y daba grandes beneficios a sus ejecutores.
Paralelamente a esta expansión comercial, se produjo un gran crecimiento del mundo de las finanzas. La necesidad de capitales para financias las expediciones comerciales favoreció la ampliación de los mecanismos de crédito, de las compañías de comercio y de las instituciones financieras.
Los beneficios obtenidos con el comercio colonial eran muy altos y esta rentabilidad favoreció la proliferación de mercaderes, banqueros y prestamistas, así como un mayor desarrollo de los bancos y de las compañías comerciales. El gran movimiento y la acumulación de capitales que se produjeron alrededor del comercio colonial justifica que muchos autores caractericen este periodo preindustrial como el del capitalismo comercial.
Las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII propiciaron, mediante políticas mercantilistas, la protección de las grandes manufacturas, de las compañías comerciales y del comercio colonial. A través de prácticas intervencionistas, subvencionaron grandes manufacturas reales, concedieron concesiones comerciales y protegieron las flotas mercantes. Los monarcas se mostraban convencidos de que la riqueza de un país dependía de la cantidad de metales preciosos de que se disponía y que, por lo tanto, se debía ejercer una política encaminada a favorecer la exportación y a frenas la importación, para conseguir, así, acumular la mayor cantidad de oro y plata posible.

1 Comments:

Blogger Dyanna Solange Paredes Ponce said...

Breve y conciso ...si lo que buscas no es algo tan rebuscado, esta es tu fuente. Felicitaciones :)

6:46 PM  

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